Capítulo 710
Capítulo 710
Capítulo710
-Así que te pido que me entregues a Noa. Aunque antes no fui una buena persona, haré un gran esfuerzo por convertirme en un excelente hombre en el futuro, y ser el novio que tanto deseas para tu hija Noa. La cuidaré, lo juro con mi vida. Le daré la felicidad que tanto ella se merece, el cual hará que todas las mujeres del mundo sientan envidia. Amo a Noa, por favor, permíteme estar con
ella-Rodrigo estaba tan nervioso que tenía la mano de Noa enrojecida de apretarla. NôvelDrama.Org holds text © rights.
Rodrigo había hablado tantas palabras de un solo jalón. Su expresión estaba tensa y hablaba
rápido, pero su mirada era sincera y honesta. Era evidente que había estado guardando esto
durante mucho tiempo.
-Rodrigo, no es que no te reconozca-Enrique, que había estado en el mundo de los negocios
durante más de treinta años y por primera vez se sentía abrumado por un joven, se esforzó por concentrarse y miró seriamente a Rodrigo. -Como padre, naturalmente quiero que mis hijas
encuentren parejas que las hagan felices y construyan familias igualmente felices. Pero también
tengo algunas palabras que debo decir de antemano, sin otras intenciones.
-Entiendo lo que quieres decir-Rodrigo su mirada cambió de repente, más serio de lo que había
estado antes. -No necesitas decir más, ya lo he entendido claramente. Hemos sido sinceros el uno
con el otro, solo quiero a Noa, no habrá nadie más.
-¡Maldito chico! ¿Ya has tenido relaciones sexuales con mi nieta? – Fernando señaló
directamente a Rodrigo, temblando de miedo.
Rodrigo agitó las manos apresurada y ansiosamente. -¡Abuelo, tú estás equivocando! Nunca he
tocado a Noa en absoluto, ¡por favor, no malinterpretes!
Noa se ruborizó de vergüenza y se refugió en los brazos de Rodrigo.
Clara miró a Noa, que dependía tanto de Rodrigo, y no pudo evitar sonreír. Finalmente, se sentia
aliviada. Si este era el hombre que Noa estaba destinada a conocer, elegiría a Rodrigo sin dudarlo,
al igual que cuando ella lo había elegido a él en el pasado, bloqueando todas las objeciones del
mundo, y en contra de todo lo dicho.
La confesión repentina de Rodrigo había impactado a Enrique, pero este no era el momento de
discutirlo, así que optó por no tomar posición por el momento.
-Alejandro-Noa caminó obedientemente hasta el lado de la cama, parpadeando con ojos claros
llenos de preocupación, -Rodrigo, dijo que tienes una herida en la cabeza. ¿Cómo estás? ¿Todavía
Alejandro acarició suavemente la mejilla de su hermana, -Ya no me duele. Tu cuñada me salvó.
Ella me está cuidando muy bien. Gracias a ella ya estoy mejor.
-Noa sonrió aliviada. Luego agarró la mano de Clara y la sacudió suavemente, mirándola con ojos
llenos de expectativas- Cuñada, ¿puedes quedarte con Alejandro todo el tiempo? ¿Puedes cuidarlo
hasta que salga del hospital? Con tu presencia, seguramente estará muy feliz y se recuperará muy
rápido.
El corazón de Clara dio un vuelco y apretó los labios ligeramente sonrojados.
Alejandro la miraba con expectación, sus ojos llenos de ternura esperaban ansiosos su repuesta.
-Alejandro se lastimó por mi culpa, así que naturalmente debo hacerme cargo hasta el final-dijo
Clara suavemente, sonriendo con dulzura como una suave llovizna, que toca su piel. -Voy a
cuidarlo todo el tiempo, hasta que se recupere por completo. No te preocupes así lo haré.
Noa aplaudió felizmente y exclamó, —¡Qué maravilloso! Me alegra cuñada.