El despertar del Dragón

Capítulo 2274



Capítulo 2274

Piedra Generación

Mientras tanto, en la cima de una montaña fuera de la Secta Luminosa, Mateo estaba sentado frente a una piedra de aspecto peculiar.

La roca era completamente lisa y casi reflectante, parecía como si hubiera sido lijada y pulida.

Además, había dos palabras talladas en la superficie de la piedra: Piedra Generación.

Mateo mordió la punta de su dedo lo suficientemente fuerte como para extraer sangre antes de gotear unas gotas de sangre escarlata sobre la piedra peculiar. Muy pronto, comenzó a emitir un brillo carmesí siniestro.

Mientras la Piedra Generación brillaba, Mateo colocó un mechón de su cabello sobre ella y comenzó a cantar. This belongs to NôvelDrama.Org - ©.

—Muéstrame el pasado, el presente y el futuro. Muéstrame todas las vidas que ha vivido.

Pronto, una imagen de Jaime apareció en la Piedra Generación.

El único mechón de cabello pertenecía a Jaime, y la Piedra Generación era un medio que permitía ver las vidas pasadas y presentes de las personas.

Mateo tenía mucha curiosidad por saber quién era realmente Jaime, ya que éste demostraba unas capacidades extraordinarias.

Jaime no era un Cultivador Demoníaco, pero sus acciones eran suficientes para demostrar que tampoco era un tipo ordinario.

Mateo realizó algunos sellos de mano y proyectó ondas de aura sobre la superficie de la Piedra Generación. Después de eso, innumerables imágenes de Jaime comenzaron a mostrar la superficie.

Sin embargo, sus imágenes eran borrosas e intermitentes.

Un ligero ceño apareció en el semblante de Mateo cuando vio esto. No podía reunir ninguna información sobre Jaime si la piedra no le mostraba una imagen clara.

Momentos después, Mateo apretó los dientes y escupió una bocanada de sangre en la superficie de la Piedra Generación.

La Piedra Generación comenzó a temblar mientras su brillo carmesí se intensificaba, tiñendo poco a poco el cielo de escarlata.

—¡Piedra Generación, muéstrame el pasado de esta persona! —Mateo gritó sin cesar.

La Piedra Generación continuó temblando con violencia e incluso emitió un zumbido.

¡Boom!

De repente, explotó sin previo aviso, enviando a Mateo, que estaba sentado justo en frente de ella, volando hacia atrás.

Mateo estaba sorprendido por la escena. Por suerte, se había preparado para tal escenario y no resultó herido. Pero, por desgracia, la Piedra Generación se había arruinado.

Mateo se quedó mirando las piezas de la Piedra Generación en estado de shock.

—¿Cómo pudo pasar esto?

Recogió un pedazo de la piedra, sintiéndose desconsolado por la pérdida.

—¿Podría ser un secreto divino? ¿Es su identidad algún tipo de secreto? Un secreto divino no debe ser revelado…

Cuanto más pensaba Mateo en ello, más pálido se ponía. Por último, estaba temblando por todas partes.

—Definitivamente no es normal. Con ese tipo no se juega —comentó antes de arrojar el fragmento de la Piedra Generación que tenía en la mano y desaparecer.

De vuelta a la Secta Luminosa, Emiliano consiguió salir del cráter tras ser derrotado por Jaime.

—¿Cómo es posible? ¿Por qué eres tan poderoso? Es imposible. —Emiliano miró a Jaime con incredulidad.

Emiliano era el segundo joven maestro de la Secta Vientofuerte y un Dios de las Artes Marciales. Tan solo no podía creer que había sido derrotado por un Santo de las Artes Marciales delante de tantos testigos.

Sin embargo, era muy consciente de que después de la batalla, se convertiría en el hazmerreír del reino oculto.

—¿Se encuentra bien, señor Carrión? —preguntó preocupado Trino antes de acercarse a Emiliano.

La preocupación en sus ojos casi hacía parecer que Emiliano era su hijo.

—¡Mátelo, Señor Olmos! ¡Mate a este imbécil! —gritó Emiliano con todas sus fuerzas.

En esta coyuntura, nada podía aplacar su furia excepto la muerte de Jaime.

—De acuerdo. —Trino asintió sin dudarlo un instante y se volvió para mirar a Jaime con expresión sombría.

—¡Vas a pagar por herir a nuestro joven maestro delante de esta gente! —declaró con los dientes apretados.

Nada más pronunciar sus palabras, el aura de Trino estalló al instante.

Jaime se limitó a burlarse al ver al hombre.

—¿Joven maestro, dices? Por su aspecto, yo diría que se parece más a tu hijo que a tu joven maestro. Aunque golpeara a tu hijo, no te enfadarías tanto, ¿verdad?

Jaime sólo pretendía burlarse de Trino, pero sus palabras tocaron una fibra sensible en este último e hicieron que su ira alcanzara un punto de ebullición.

—¡Te lo estás buscando! —bramó Trino.

Acto seguido, apareció frente a Jaime y extendió su brazo.


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