El despertar del Dragón

Capítulo 2264



Capítulo 2264

No podía soportar el costo

—Sí —Mateo asintió.

—Maestro, esto no servirá. Esta es su píldora salvavidas, y no puede quedarse sin ella. Iré ahora mismo al almacén a preparar los recursos para enviarlos a la Secta Alquímica y pedirles que elaboren más Píldoras de Amplificación para usted...

Arconte estaba a punto de irse, pero Mateo lo agarró.

—Arconte, no hagas más eso. La Secta Luminosa ha consumido demasiados recursos para mantenerme con vida a lo largo de los años. Como resultado, los discípulos de la Secta Luminosa tienen menos recursos de cultivo que otras sectas. Ahora, la Secta Luminosa también es más débil en comparación con nuestros pares. Sé que todos ustedes han sido menospreciados e intimidados por otros cuando estaban fuera de casa. Todo esto se debe a mi incompetencia. Mi vida está destinada a ser así, así que no malgasten más recursos en mí. El futuro de la Secta Luminosa dependerá de ti — Agarrando la mano de Arconte, Mateo habló con seriedad.

—Maestro, no nos importa emplear todos los recursos en usted. Arconte y yo podemos buscar recursos todos los días. Todavía hay muchos recursos sin explotar en los territorios de la Secta Luminosa. Podemos trabajar más duro cada día, pero la Secta Luminosa no puede estar sin usted — sollozó Alba mientras derramaba lágrimas.

Los ojos de Arconte también se llenaron de lágrimas, pero Mateo siguió negando con la cabeza.

Asimilando aquella escena, Jaime preguntó:

—Señor Campos, ¿puedo preguntarle por su incurable condición?Exclusive content © by Nô(v)el/Dr/ama.Org.

—Un Cultivador Demoníaco hirió mi campo de elixir hace muchos años, causando que una pizca de energía maligna permaneciera en mi cuerpo y me atormentara. Todos estos años, sólo podía confiar en la Píldora de amplificación producida por la Secta Alquímica para suprimir la energía maligna en mi cuerpo. Sin embargo, la Secta Alquímica es codiciosa y nos ha estado exigiendo cada vez más recursos. Ahora, la Secta Luminosa ya casi no puede soportar el coste. Debido a esta energía maligna dentro de mí, pude detectar al instante que no eras un Cultivador Demoníaco, ya que tu aura era diferente a la de uno —explicó Mateo.

Sólo después de escuchar eso Jaime obtuvo claridad.

«Con razón Arconte y Alba odian tanto a los Cultivadores Demoníacos. Cuando vieron que absorbí el poder de Josías, pensaron que era un Cultivador Demoníaco, así que me miraron con intención asesina».

—Señor Campos, mi técnica de cultivo es algo única, me permite absorber los poderes de otros y cultivar con ellos. ¿Le importaría dejarme comprobar si puedo ayudarle a sacar la energía maligna de su cuerpo? —preguntó Jaime a Mateo.

—¿Qué intentas hacer? ¿Planeas que absorba el poder del Maestro? —Arconte miró a Jaime con recelo.

Jaime negó de inmediato con la cabeza y explicó:

—No me malinterpretes. Sólo quiero absorber la energía maligna dentro del señor Campos, no su poder.

—Aunque digas eso, ¿cómo podemos confiar en ti? Si albergas malas intenciones, ¿no correrá peligro mi señor? —Arconte seguía sin fiarse de Jaime.

Al oírlo, éste pronunció resignado:

—El señor Campos es mi salvador, ¿por qué iba a hacerle daño?

—Me niego a aceptarlo. ¿Cómo vamos a saber qué clase de persona eres en realidad? —Arconte se mantuvo firme en su decisión, negándose a ceder a pesar de los múltiples intentos de Jaime por explicarse.

Ni siquiera Alba se atrevía a dejar que Mateo corriera ese riesgo. Mateo, por su parte, permaneció en silencio.

No sabía si Jaime tenía la habilidad de sacar la energía maligna que llevaba dentro, y también estaba un poco preocupado.

Al sentir el silencio de Mateo, Jaime comprendió que el hombre también estaba preocupado. Después de todo, acababan de conocerse, y Mateo no sabía si Jaime en verdad estaba equipado con tal capacidad.

Después de contemplar un poco, Jaime de repente pensó en una idea y expresó:

—Puedo expulsar por la fuerza la energía maligna del cuerpo del Señor Campos. ¿Le parece bien?

—¿Cómo piensas hacerlo? —preguntó Alba.

—El señor Campos puede consumir una Píldora Dispersaenergía. De ese modo, la energía maligna será expulsada de su cuerpo. Entonces, absorberé la energía maligna y la usaré para cultivar sin siquiera tocar al señor Campos. Ustedes dos pueden estar tranquilos si usamos este método, ¿verdad? —propuso Jaime


Tip: You can use left, right, A and D keyboard keys to browse between chapters.