El despertar del Dragón

Capítulo 2253



Capítulo 2253

Escape

Al notar la expresión de Jaime, Demithor se rio y dijo:

—Nunca has escuchado hablar de la Secta Vientofuerte, pero estoy seguro de que has escuchado hablar de las sectas ocultas. Tus capacidades actuales están entre las más destacadas del mundo de las artes marciales. Debido a eso, creo que muchos seguirían tu ejemplo. Sin embargo, con tus habilidades de Santo de las Artes Marciales, no serías más que el discípulo más débil de la Secta Vientofuerte. Sólo míralos. ¿Quién de ellos no tiene un nivel de cultivo más alto que el tuyo?

Mientras hablaba, señalaba a los discípulos de la Secta Vientofuerte que rodeaban a Jaime.

Era cierto que todos eran muy hábiles. Incluso el más débil era un Santo de Artes Marciales de Alto Nivel, poseyendo un nivel de cultivo superior al de Jaime.

—No obstante, no hay por qué desanimarse. Mataste a Josías, ese monje calvo que acaba de ascender a Dios de las Artes Marciales, con tus habilidades. Eso demuestra tu potencial, ¡y la Secta Vientofuerte da la bienvenida a talentos como tú! —añadió, insistiendo en su oferta sin descanso.

—Lo siento, pero todavía tengo otros asuntos que atender. Además, no tengo ningún interés en unirme a su secta —respondió Jaime sacudiendo la cabeza, y luego se dio la vuelta para alejarse.

Por desgracia, los discípulos de la Secta Vientofuerte le cerraron el paso y no mostraron intención de dejarlo marchar.

—No se trata de si te interesa, porque nadie puede rechazarnos. Esto no es una discusión sino una orden —dijo Demithor, con tono imperioso.

Jaime frunció el ceño.

—¿Y si me niego rotundamente a ir con ustedes?

—En ese caso, te romperé las piernas y te llevaré —respondió Demithor sin vacilar.

—Bueno, dependerá de si tienes lo necesario para hacerlo. —Jaime entrecerró los ojos con frialdad, su cuerpo irradiaba espíritu de lucha.

Demithor aulló de risa.

—¡Qué tonto ignorante! No me digas que te has hecho ilusiones pensando que eres invencible sólo porque mataste a Josías. No era más que un recién nombrado Dios de las Artes Marciales que no poseía ni la décima parte de las capacidades que debería tener alguien de ese rango. Hoy te daré una muestra del verdadero poder de un Dios de las Artes Marciales.

Después de decir eso, levantó lentamente su brazo. Aunque sólo fue un leve movimiento, hizo brotar de él una ráfaga de aura.

El aura aterradora se extendió hacia Jaime como olas infinitas. Ccontent © exclusive by Nô/vel(D)ra/ma.Org.

Sintió como si el aire a su alrededor se volviera denso y pesado en un abrir y cerrar de ojos. Incluso parecía retorcerse y distorsionarse.

Entonces, su expresión cambió mientras el peso de numerosas montañas lo presionaba.

¡Tuc!

Jaime apretó los dientes y cayó al suelo sobre una rodilla. Sus huesos crujieron y su piel empezó a enrojecer. Debido a la inmensa presión que lo rodeaba, ¡su sangre se estaba filtrando en su piel!

Su respiración se hizo pesada y un sudor frío le goteó por la frente.

Ver a Jaime en ese estado hizo que Demithor esbozara una leve sonrisa y sus ojos brillaran con desdén.

«Al fin y al cabo, no es más que un santo de las artes marciales. Por mucho talento que tenga, nunca podrá luchar contra un Dios de las Artes Marciales».

—Recuerda, no me importa lo alto que sea tu estatus o lo famoso que seas en el mundo de las artes marciales. Para las sectas ocultas, todo eso carece de valor —pronunció Demithor con tono despectivo.

Jaime no pronunció una sola palabra. Se limitó a mantener la cabeza gacha mientras un sudor frío seguía recorriéndolo.

—¿Y bien? ¿Obedeces y vienes conmigo, o te rompo las piernas? Esas son tus dos opciones. Elige — le dijo Demithor.

—¿Y si no elijo ninguna de las dos?

De repente, Jaime levantó la cabeza y una oleada de aura brotó de su cuerpo.

Demithor se quedó boquiabierto.

«Nunca esperé que fuera capaz de producir un aura tan fuerte mientras seguía siendo reprimido por mí».

Sin embargo, en el breve momento en que se quedó atónito, Jaime soltó su Puño de Luz Sagrada y lanzó por los aires a uno de los discípulos de la Secta Vientofuerte. Luego, corrió hacia el pie de la montaña, moviéndose tan rápido como un rayo.

Jaime había fingido debilidad antes a propósito para que Demithor bajara la guardia y él pudiera encontrar una oportunidad para escapar.

«Aunque no temo enfrentarme a Demithor en una batalla, no puedo descartar el hecho de que tiene varios discípulos de la Secta Vientofuerte con él. Si todo el grupo me ataca a la vez, me temo que no seré rival para ellos».

Además, Arconte y Alba también lo miraban con intenciones asesinas. Sin saber lo que estaban tramando, decidió que su única opción era huir


Tip: You can use left, right, A and D keyboard keys to browse between chapters.