Capítulo 451
Capítulo 451
Desde pequeña hasta ahora, en cada etapa de su vida, ella era el centro de todo.
Había fotos de ella actuando en el escenario, jugando con amigos, durmiendo tranquilamente junto a la ventana, alimentando gatos callejeros en el bosquecillo, y haciendo experimentos en el laboratorio… Detrás de cada imagen, estaba la historia de un amor profundo.
En el fondo, había también un uniforme escolar de verano, blanco, con una iris dibujada cerca del corazón con pintura que, con el paso de los años, había perdido mucho de su color original.
-¡Aaaa…!
Nerea, abrazando ese uniforme, de repente no pudo contener las lágrimas, que caían grandes y calientes, mezclándose con la flor dibujada.
-¡Nea, Nea! Content from NôvelDr(a)ma.Org.
Desde afuera, una voz cargada de urgencia y desesperación se escuchaba.
Roman abrió la puerta y, sin decir palabra, corrió hacia ella y la abrazó fuertemente, como si quisiera fundirse con su ser.
-Nea, no me dejes, ¿sí? No te vayas de mi lado.
La voz de Roman, tensa y ronca, estaba llena de súplica y miedo, como si temiera perderla en cualquier momento.
Había tenido una pesadilla en la que ella estaba comprometiéndose con Samson y eral empujada desde la azotea, yacía sin vida en un ataúd.
Ese sueño había sido tan real que casi lo vuelve loco.
No podía vivir sin su Nea, simplemente no podía…
Mientras sus brazos se apretaban más, Nerea temblaba y sollozaba, repitiendo su nombre entre lágrimas, -Rome, Rome, Rome…
Después de un rato, Roman se dio cuenta de que algo andaba mal, y alzando su rostro bañado en lágrimas, su expresión se llenó de preocupación. -¿Qué pasa, mi vida? ¿Te
asusté?
-¿0 estás molesta porque te he ignorado? Lo siento, lo siento mucho, Rome no lo hará más. Nea, tú tampoco me asustes así, ¿vale?
Realmente, podría morir dél miedo de perderla.
-Rome, ya me acordé de todo.- Nerea levantó su rostro lleno de lágrimas, sollozando como una niña, -Lo siento, lo siento, fui yo quien te olvidó, haciéndote esperar todos estos años…
Al ver las fotos esparcidas por el suelo, ¿ella se acordaba de todo?
Nea, su Nea.
Bajo su cabeza suavemente, besando las lágrimas de su rostro, con una ternura y un cariño inmensos, -No importa, esperarte es mi elección más dulce.
-Buaah… Siempre, siempre te he querido,,Rome. Nunca he cambiado de parecer.
Pero ella lo había olvidado, lo había herido, dejándolo solo con los recuerdos, atravesando largos años.
¿Cuánto habrá sufrido él durante ese tiempo?
Con sus lágrimas aún cayendo, Nerea llena de culpa, desabrochó los botones de su camisa y besó devotamente la hermosa iris tatuada sobre la cicatriz en su pecho.
La expresión de Roman se tensó por un instante, sujetándola por la cabeza, mientras tragaba fuerte, -Nea…
Lo siento, lo siento, Rome….
En lo que resta de mi vida, no te haré esperar más.
Con las lágrimas detenidas en sus ojos, levantó la vista hacia él, mirándolo seriamente, -Roman, casémonos.
Roman se quedó paralizado, su corazón agitado se calmaba poco a poco, y un brillo intenso y ferviente se condensó en sus ojos oscuros, -Sí.