Capítulo 931
Capítulo 931
Rick recibió un disparo en el abdomen y cayó al suelo sin poder levantarse.
Aspen sintió un nudo en el corazón, sus pupilas se contrajeron
repentinamente y rápidamente apuntó hacia la posición del francotirador, disparando tres veces seguidas.
El francotirador cayó desde lo alto, muerto en el acto.
Aspen corrió hacia Rick, cuya sangre ya había empapado su ropa y seguía fluyendo hacia afuera.
Aspen se quitó rápidamente su propia camisa, intentando tapar la herida para frenar el sangrado.
Rick agarró su muñeca, levantó la otra mano apuntando en dirección a Tesoro, con voz débil,
“¡No te preocupes por mí! Llévate a Tesoro, va a explotar. ¡Vete… llévatela… rápido…!”
Aspen tragó saliva, con un torbellino de emociones en su interior.
“Por ahora no va a explotar, Tesoro ya está a salvo.”
Rick se quedó confundido.
Aspen dijo: “Tesoro está completamente a salvo, no hables más, el médico ya viene en camino, llegará pronto.”
Aspen cubrió la herida de Rick con la camisa y se levantó para ir a salvar a Tesoro.
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Rick exhala aliviado, su voz débil resonó detrás de Aspen, NôvelDrama.Org owns this text.
“No dejes que Tesoro abra los ojos, no dejes que me vea sangrando, no la dejes saber que estoy herido. Se asustará, la aterrorizará.”
Aspen asintió con la cabeza, su garganta se movió de manera difícil, “Mm.”
En el segundo piso, Tesoro todavía estaba atada.
Su carita redonda estaba sucia, su pequeño moño se había soltado, y sus pestañas aún tenían lágrimas, provocando ternura.
Pero sus ojos seguían cerrados firmemente.
Ella obedecía a Rick, si él decía no abrirlos, ella no lo hacía.
Aspen corrió hacia ella, “¡Tesoro!”
Tesoro reconoció su voz, “¿Señor grande?”
“¡Sí, soy yo!”
Tesoro estaba emocionada, “Señor grande, señor grande, bua, señor grande…” Aspen se sentía muy conmovido, “Aquí estoy, aquí estoy.”
Rápidamente desató las cuerdas y abrazó a su hija.
Tesoro lo abrazó fuertemente por el cuello, su garganta ya estaba ronca de llorar,
“Tengo miedo, Tesoro tiene miedo, hay malos, hay malos, bua bua…”
Aspen consoló con voz ronca, “No tengas miedo, no tengas miedo, los malos ya han sido ahuyentados, Tesoro está a salvo.”
“¿Los malos… han ido?”
“Sí.”
“¿Y papá? ¿Ya puedo abrir los ojos?”
Aspen miró desde el segundo piso hacia abajo, todo el primer piso estaba en desorden, con señales de lucha, cadáveres y manchas de sangre.
Rick yacía en un charco de sangre, mirando débilmente hacia arriba.
Aspen tragó saliva, “Cierra los ojos un poco más, te llevará afuera primero.”
La escena sangrienta abajo no era adecuada para que la viera una niña, podría tener pesadillas.
Y en este momento, Rick, tan débil, tampoco podía ser visto por Tesoro. Ella se asustaría, se entristecería mucho.
Tesoro, sin saber nada, asintió obedientemente, cerrando los ojos, abrazada fuertemente al cuello de Aspen.
Capitulo 931
Ella se preocupaba por su papá, preguntó, “Señor grande, ¿dónde está mi papá?”
Aspen, cargando a Tesoro hacia abajo, echó un vistazo a Rick, con un nudo en la garganta, mintió,
“Él no está aquí ahora.”
“Oh, mi papá también vino, ¿lo viste?”
“Sí, lo vi.”
“Entonces, ¿señor grande, podrías llamar a papá? Dile que Tesoro ya está a salva, que no se preocupe.”
La pequeña murmuró, “Mi papá se asusta fácilmente, si se preocupa demasiado, llorará.”
Ya en el primer piso, a unos metros de Rick.
Rick estaba pálido, sin un atisbo de color, pero sonreía al ver a Tesoro.
Aspen, con un sentimiento agridulce, le dijo a Tesoro,
“Él ya sabe que Tesoro está segura, fue él quien ahuyentó a los malos.”
Tesoro se sintió muy orgullosa, “Mi papá es muy fuerte.”
Aspen cargó a Tesoro hacia adelante, pasando junto a Rick, no pudo evitar detenerse.
“Tesorito, ¿de verdad lo amas tanto?”
“Sí, papá es la persona que más amo, lo amo mucho, muchísimo, y papá también me ama, me ama mucho, muchisimo.”
Las lágrimas se escaparon, corriendo por las mejillas de Rick.