Capítulo 63
Capítulo 63
Melody sentia que su depresión se estaba profundizando. La aparición de Briar la llevaba al borde del
colapso.
Se tumbó en el sofà, con la frente pegada a su brazo, sin avanzar en el trabajo y sin haber recuperado at su hijo. Sentia que su vida era un completo fracaso y ahora, enferma y con fiebre, ni siquiera sabía qué hacer.
En ese momento, sono el teléfono.
Echó un vistazo y el número era desconocido. Con un hastio profundo, contestó y la voz que escuchó no
le resultó extraña.
Era Sofía Suárez.
Desde el otro extremo de la línea, Sofía habló con una calma directa, -Vamos a reunirnos, tengo un
negocio que proponerte-
Tres signos de interrogación se dibujaron en la mente de Melody. ¿Qué truco estaba jugando ahora esa niña rica?
De hecho, le sorprendía que Sofía hubiera sido protegida por su familia hasta ahora, porque antes de que Melody fuera a prisión, recordaba que la familia de Sofía también había enfrentado un gran problema.
Luego, no supo cómo, la situación se calmó. No entendia los detalles, pero poco después, la noticia de su encarcelamiento eclipsó el escándalo de los Suárez. A continuación, fue encarcelada, pasando cinco años en prisión, sosteniendo un corazón al sali seguía sintiéndose más muerta que viva.
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Melody se rio irónicamente al recordar eso, escuchando a Sofía seguir hablando del otro lado, -Sé que me consideras una rival, y de hecho, también lo somos en el amor. Pero prefiero lidiar contigo que con gente como Yolanda-
Melody no o respondió y del otro lado colgaron. Después de veinte minutos en silencio, se levantó, se duchó, se maquilló, eligió su ropa, se perfumó y, renunciando a conducir, salió a la calle en taxi.
Una hora más tarde, Sofía estornudó en el frío justo cuando Melody se acercaba.
En el viento frío, la mujer llevaba un chal sobre sus hombros, con una falda de cuero que dejaba ver sus largas y delgadas piernas y llevaba puestas unas botas negras de cuero. Su cabello negro, estilizado con secador y rizador para darle ondas ligeras, caía a un lado, revelando el delicado contorno de su cuello.
La be
de Melody era innegable, pero con los años lo que se había asentado no era solo su rostro
tener a cualquiera, sino su aura fría y clara.
si pasara entre flores sin dejar ni un pétalo, su figura parecía simplemente una silueta que la dria borrar.
es como Sofía se sintió al ver a Melody nuevamente. Había en ella una belleza enfermiza, como alguien a punto de morir, pero que aún resplandecía con una belleza radiante. Sus ojos eran profundos. y desesperados, como tierra agrietada, muertos pero con un frío punzante.
Briar la había destruido hasta dejarla así.
Cuando Sofia vio a Melody acercarse y escuchó su voz nasal, frunció el ceño, -¿Estás resfriada?-