Receta para robarle el corazón al Dr. Farel

Capítulo 76



Capítulo 76

Bajo la luz tenue, su rostro estaba tan cerca que podia sentir su aliento entrelazarse con el de ella. Evrie sentia que su rostro se calentaba, y su corazon latia con fuerza.

El aliento de ambos se mezclaba, y las puntas de sus narices compartian la fragancia Unica que emanaba de él.

Se miraban fijamente, nariz con nariz, la distancia era cada vez mas corta, sin poder distinguir claramente las emociones en sus ojos oscuros, percibia solo una profundidad abismal.

Evrie se apoyo en su pecho, y en medio de la tension pregunté: —Primero aclaremos, si te agrado y te complazco a tu gusto, ~éme dards la oportunidad de ir al extranjero?—This belongs to NôvelDrama.Org: ©.

— Estas negociando conmigo en este momento?— dijo él.

Los ojos de Evrie estaban himedos: — No se puede?—

Farel trag6 saliva, casi grufiendo: —Esta bien. —

jBoom!

La batalla estaba a punto de estallar.

Evrie paso sus brazos alrededor de su cuello, y sus labios frescos buscaron los suyos...

Justo cuando intentaba adentrarse en su boca, como si fueran impulsados por una fuerza misteriosa, Farel cerré los ojos y le respondié con fervor.

Luego recliné el asiento del copiloto...

Varios autos pasaban por el camino mientras tanto, Evrie estaba tensa, pero tenia que estar extremadamente atenta, intentando contener sus suspiros entrecortados.

En estas situaciones, él siempre ha sido feroz y esta vez no mostré piedad alguna.

Cuando Evrie regres6 al apartamento, se sentia casi sin fuerzas en sus extremidades.

Mientras se bafiaba, vio que tenia nuevas marcas en su pecho, moradas y profundas, casi como si quisieran penetrar en su carne.

Esos moretones eran la prueba del enojo apenas contenido del hombre.

Evrie apreto los dientes, se froto varias veces y luego se puso el pijama para salir del bafio.

Al salir, vio a Farel sentado en el sofa de su sala, con la camisa todavia en desorden.copy right hot novel pub — «Por qué no te has ido?— pregunto Evrie, sorprendida.

— ¢Sabes cocinar?—

— ¢Eh?—

Farel la miré como si fuera obvio y dijo: —Todavia no he cenado. —

Evrie. —. —

—La comida casera que hiciste la Ultima vez estuvo bien, recuerda equilibrar la carne y las verduras, con poca grasa y sal, no como jengibre ni ajo. —

Y encima, estaba pidiendo gustos. Evrie estaba indispuesta, no porque no quisiera cocinar, sino porque no queria involucrarse tanto con él.

Una cosa era dormir juntos, pero si se extendia a las comidas, y luego a todas las comidas del dia, la naturaleza de su relacién cambiaria con el tiempo.

—Mejor pide algo a domicilio, me faltan ingredientes en casa. — Mintid con los ojos abiertos.

Farel entrecerro los ojos con frialdad: —El asunto de ir al extranjero...—

Evrie se apresuro a ir a la cocina.

Mientras ella cocinaba, Farel se ducho y volvié con ropa cémoda, entrando y saliendo como si estuviera en su propia casa. Pronto, Evrie tenia la comida en la mesa.

Tres platos y una sopa, sencillos pero equilibrados y sabrosos, con un aspecto apetitoso.

Parecia que Farel estaba satisfecho y no escatim6 elogios: —Cocinas bien. —

Evrie se sirvid un plato sin decir nada, solo queriendo que él se marchara pronto después de comer.

Con el tenedor, Farel tom6 un trozo de lechuga y dijo con indiferencia: —Con tu problema de est6mago, no deberias comer esto, no lo compres mas.

Evrie asintio: —Esta bien. —

El era médico internista, un profesional, y ella solo podia obedecer.

Amitad de la cena, Evrie, distraida, comenzo a decir: —Sobre lo de ir al extranjero...—

Farel, imperturbable, pregunt6: — gCuando te vas?—

—En cuanto termine el proyecto del hospital, en unos dos meses. — Contesté Evrie honestamente. Farel puso comida en su plato, pero no comid, y dijo con calma:

—Llega a casa a tiempo todas las noches, cocina la cena regularmente, cuando te necesite, tienes que estar disponible, cooperar plenamente y ser obediente en la cama...—

Levant la vista y la miré fijament

: —No pienses en hacer trampa, vendré a comprobarlo. —

Estaba estableciendo condiciones.

Evrie, con los dientes apretados, acepto.

—De acuerdo, trato hecho. —

Después de decirlo, se dio cuenta de algo y pregunt6: — ¢Cdmo sabias la contrasefia de mi apartamento?—

Habia querido preguntarle desde la vez que tuvo fiebre, se habia asegurado de que la puerta estaba bien cerrada y no entendia cémo habia entrado, pero con tantas cosas en mente, lo habia olvidado.

Farel dijo con total serenidad: —Porque este es mi apartamento. — éQué!?

—Leandro Reyes habia alquilado mi apartamento para que te sirviera de albergue. —


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