Capítulo 460
Capítulo 460
El Range Rover se detuvo en el patio del edificio.
Farel bajé del vehiculo y se encontré de frente con una mujer.
Era Abena, quien habia estado marcando su presencia todos los dias recientemente. —Sr. Haro, buenas tardes, hace tiempo que no lo veo. —Abena se acerco para saludarlo.
Farel la miré de reojo y con tono indiferente le respondid: —Ayer mismo te vi, no puedes decir que no nos vemos desde hace mucho tiempo. —Content protected by Nôv/el(D)rama.Org.
—gOh? 4 Cuando nos vimos ayer? — Abena no podia recordar.
—Ayer a las seis de la tarde, estabas aqui persuadiendo a mi esposa para que se fuera, yo lo vi todo claramente desde mi oficina. —
Abena se quedo un poco aténita.
Una sombra de incomodidad cruz6 su rostro.
éAsi que ayer habia estado charlando con Evrie y Farel habia estado observandola en silencio? El simplemente no se habia mostrado, pero eso no significaba que no le importara.
Abena se arreglé el cabello de manera incdmoda y le dijo: —Solo le dije algunas verdades, Sr. Haro, usted mismo esta en una situaci6n dificil ahora, no va a enfadarse conmigo por unas palabras, 4 verdad? —
La mirada de Farel era fria y serena, sin una onda de emocion.
Pero sus palabras eran una advertencia clara: —Le aconsejo, Srta. Abena, que se mantenga alejada de ella y no desafie mis limites, de lo contrario no me molestaria en hacer que su familia pruebe el destino de Olivia. ; Qué le parece el juego del hundimiento mutuo, Srta. Abena? —
El rostro de Abena se volvié palido en un instante. Esas palabras la habian aterrorizado por completo.
Era un momento delicado, la familia Haro estaba siendo investigada y todos estaban preocupados por su propia seguridad, nadie se atrevia a causar problemas.
éY aun asi la linea roja de Farel seguia siendo su ordinaria esposa?
Era completamente absurdo.copy right hot novel pub
Ella se compuso y sin decir una palabra, se dio la vuelta y se marcho del patio. Farel retiré su mirada.
Se ajustd la corbata y se dirigid directamente al edificio para ir a su oficina. Apenas entré, Joan se acercé apresuradamente con un semblante preocupado. —Sr. Haro, hay una visita esperandolo desde hace tiempo. —
La mirada de Farel se dirigid hacia las personas que estaban en la habitacion. Varios rostros desconocidos, vestidos con uniformes nitidos y limpios.
Eran miembros del equipo de investigaci6n.
Sentado en el sofa de la sala de espera, habia un hombre de mediana edad conocido, de una edad similar a la de Federico, vestido con una chaqueta negra, camisa blanca y zapatos de cuero negro, con un atuendo discreto.
Su presencia era accesible y llevaba una sonrisa ligera. Era Marin, la persona encargada de colaborar con el equipo de investigacion.
—Sr. Haro, disculpe la interrupcién, pero estamos investigando a su padre Federico, necesitamos revisar todos sus documentos de trabajo. —
Alguien se acercé y le hablo de manera formal.
Farel asintié: —Adelante. —
La oficina de repente se Ilend de murmullos mientras revisaban detenidamente toda la documentacion. Farel se sento en el sofa, preparandose un café con calma.
El aroma del café llenaba el aire, y le sirvid una taza a Marin.
—Pruébelo. —
—Usted parece mucho mas tranquilo que su padre, y también prepara mejor el café que él.
Marin suspiré: —Es una lastima, se ha desperdiciado un buen talento. —
Farel tomo un sorbo de su café con indiferencia y le dijo con una voz clara y fria: —Siempre he actuado con la conciencia tranquila, asi que no necesito de su lastima. —
Marin se rio suavemente, mostrando una determinacién implacable.
Farel bajo la vista y sonrid levemente. —No todos quieren seguir ese camino. — Marin se quedo en silencio por un momento y luego solté una risa incrédula.
—Casi me olvido, usted solia ser un doctor muy exitoso, y probablemente no habria cambiado de profesidn si no fuera por su esposa. —
La mirada de Farel se enfrid.
Un velo de escarcha se formé rapidamente en el fondo de sus ojos.
La expresion que habia sido serena hasta un momento antes, se torno siniestra.
Levant la vista y le advirtid con unas pocas palabras frias.
—No la toque. —
El tono de su voz llevaba una clara provocaci6n.
En la oficina, ambos se miraron fijamente, sus miradas se entrelazaron durante un largo momento. En el aire flotaba una tensi6n palpable, como si chispas invisibles saltaran entre ellos.
Farel, agarrando su taza de café con fuerza, tenia los dedos blanquecinos y las venas de su dorso resaltadas. Intentaba contener sus emociones, pero no podia ocultar su punto débil.
—Te lo diré una vez mas, a Evrie no se le toca. —
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