Capítulo 149
Capítulo 149
La cara de Evrie se puso roja como un tomate.
El aroma unico y caracteristico de Farel le envolvia, haciéndole cosquillas en la cara, era un calor agradable mezclado con una indefinible insinuacion.
—Yo solo estaba hablando por hablar, para evitar que Leandro me siguiera preguntando, tranquilo, sé muy bien lo que hay entre nosotros, no me voy a hacer ilusiones—, se apresur6 a explicarle Evrie, con el temor de que él malinterpretara algo.
—Entonces, gno quieres ser mi novia? — Le pregunto Farel, ladeando la cabeza con una mirada profunda. Evrie se qued6é muda. ,De donde habia salido esa pregunta?
Era como si le hubieran lanzado una bomba sin aviso. No importaba lo que respondiera, ninguna opcion era la correcta, y en la relacion tan particular que habia entre ellos, ella no se sentia con el derecho de contestar a esa clase de cuestionamientos.
Levants la vista hacia él y contraatacd —;Y tu, quieres ser mi novio? —
Las miradas de ambos se entrelazaron en el aire, se mantenia una tension pura, pero ninguno cedia. Después de un momento, Farel desvid la vista sin darle respuesta.
—Ve a cambiarte, te llevo al trabajo de paso—, Le sugirié él.
—Ah...— fue lo Unico que Evrie alcanz6 a murmurar, agachando la cabeza y sintiéndose decepcionada. Por alguna razon, en ese instante, sintid una pequefia tristeza en su corazon.
glristeza? gPor no poder ser la novia de Farel?
Cuando Evrie regres6 a su habitacion, se dio cuenta de que ya estaba vestida.
Miré su camiseta blanca, que tenia unas pocas gotas transparentes de aceite, apenas visibles a menos que se mirase con atencion.
Probablemente salpicaron mientras preparaba los espaguetis en la mafiana. El realmente tenia vista de Aguila, y un gusto por la limpieza notable. Evrie rebusco en su armario algo mas para ponerse, mientras Farel la esperaba pacientemente sentado en el sofa del salon.
Apesar de sus multiples encuentros intimos, todavia se sentia timida al cambiarse delante de él y cerré con llave la puerta del cuarto.
Se puso una camiseta blanca, vaqueros oscuros y un delgado cinturén negro, como su estilo de siempre: sencillo, limpio y practico.
—Bibibi— El zumbido del teléfono en la cama la distrajo. Le llegé una llamada de Blanca.
—Evi, jtienes negocio! Alguien quiere comprar tu collar, ya hicieron el pedido en el sitio de segunda mano que publiqué.copy right hot novel pub
Te enviaré la direccion, no olvides enviar el paquete—. ~lan rapido se habia vendido?
Al salir, Farel se percato de la caja del collar en sus manos, recordando que era el mismo que habian comprado juntos en Brasil.
— Por qué andas con eso en la mano? Nunca te lo he visto puesto—, la interrogo. Evrie se sintié atrapada y le respondié con una excusa apresurada: —Claro que me lo pondré, ya veras—.
—Ah, entonces péntelo ahora, quiero verte con él—,, insisti
él, mirandola como si esperara un espectaculo.
Bajo la presion, Evrie abrié la caja y trato de enganchar el delicado broche, pero le costé un buen rato.
De repente, unas manos mas grandes y firmes tomaron el cierre y en un instante lo aseguraron alrededor de su cuello. La fina cadena y el brillante diamante le daban un aire de madurez y elegancia, haciéndola parecer toda una disefiadora. Farel solt6 el collar y notd los numeros 0099 grabados en la parte trasera, eran faciles de recordar.
Contento con el resultado, abrid la puerta —Vamos, Evrie la disefiadora—.
Con un collar de cien mil pesos al cuello, Evrie apenas se atrevia a moverse, siguiendo a Farel hacia el coche con un miedo reverencial.
El Range Rover negro seguia aparcado frente al Grupo Reyes, sin el menor intento de ocultarse.Content is © 2024 NôvelDrama.Org.
Evrie le dio las gracias y entré rapidamente al vehiculo.
Como si tanto él como su coche fueran algo que debia evitar a toda costa.
Farel observé como su silueta se perdia en la distancia y esboz6 una sonrisa antes de arrancar y alejarse.
Luego, lo envolvid con mucho cuidado y lo mand6 por el servicio de mensajeria mas caro de la ciudad.
No fue hasta que termin6 todo el proceso que se permitié exhalar un suspiro largo y profundo, seguido por oleadas de alegria. jCien mil pesos estaban a punto de caer en sus manos!
Olivia vio las fotos en el grupo de amigas mientras estaba fuera del pais.
Una de las chicas habia compartido una serie de imagenes hace media hora, estaba rebosante de felicidad.
[jChicas, consegui el collar de edicion limitada para parejas, es una belleza impresionante, miren qué hermoso es!]
Alguien comento preguntandole si ese modelo no se habia declarado ya fuera de produccion, preguntando donde lo habia conseguido.
Al leer ‘Brasil’, Olivia sintié un tirén involuntario en sus nervios.
Su mirada se fijé en el collar, y no podia sacarse de la cabeza que esa marca le resultaba extrafiamente familiar.