Niña en sus ojos Reina en su tierra

Capítulo 555

Rubi siempre había tenido una confianza y un aplomo inquebrantables.

Sin embargo, en ese momento, se sintió superada, como si hubiera perdido ante ella.

¿Cómo era posible que fuera vencida por una niña de dieciocho años?

Rubi apretó los labios, reacia a aceptar esa realidad.

“¿No la has conocido aún, verdad?” Héctor, al ver a Rubi observar a Jazmín, la presentó con una sonrisa, “Gracias a Jaz pude recuperarme esta vez, fue ella quien me curó.”

“Y también está tratando la pierna de tu hermano, ahora mismo es ella quien está a cargo de su tratamiento.”

Después de presentarlas, Héctor le dijo a Jazmín: “Jaz, ella es Rubi, de la familia Cuito. Incluso fuiste a su casa antes, a tratar la pierna de su hermano. Ella estaba estudiando en el extranjero y acaba de regresar al país para visitarme.”

Jazmín giró la cabeza, con un aire indiferente pero educado, y la saludó: “Mucho gusto, Rubi.”

Luego, le echó un vistazo rápido de arriba a abajo.

Rubi era conocida como la belleza número uno en los círculos de alta sociedad.

Kaspar alguna vez la había mencionado brevemente.

Lo que dijo Kaspar fue: “Si no fuera porque no te mezclas en nuestro círculo, ¿qué le quedaría a la Srta. Rubi? Es bonita, sí, pero comparada contigo está lejos de tu nivel.”

Jazmín también pensó que Rubi merecía ser llamada la belleza número uno.

Era muy guapa, tenía un buen cuerpo, vestía con estilo y tenía mucho gusto. Ccontent © exclusive by Nô/vel(D)ra/ma.Org.

Muy femenina, el tipo que a muchos hombres les gusta.

Sin embargo, Kaspar dijo que no le gustaba el tipo de Rubi, prefería a alguien más inocente que a alguien tan lleno de feminidad.

“Srta. Jazmín, había oído hablar mucho de ti. Siempre quise conocerte y finalmente hoy tengo la oportunidad de verte en persona.” Rubi sonrió educada y elegantemente, “No imaginaba que serías joven, superaste todas mis expectativas.”

Eso no era solo un cumplido vacío.

Al ver a Jazmín en persona, realmente estaba sorprendida y asombrada,

Ella era muy joven y también muy bonita.

Aunque parecia un poco distante, como si tuviera una personalidad no muy amigable.

Pero eso era normal a su edad.

Probablemente estuviera en su etapa rebelde.

“Es impresionante, Srta. Jazmín, tan joven y con tal habilidad médica. Los expertos más destacados de la facultad de medicina no pudieron despertar a Héctor ni curarlo, pero tú lo lograste. Y sobre la pierna de mi hermano, los mejores médicos, tanto nacionales como internacionales, han tratado de curarla sin éxito durante un par de años.”.

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“Pero escuché que con solo una sesión de acupuntura y algunas hierbas medicinales que le recetaste, la pierna de mi hermano ya ha mejorado mucho, ahora incluso puede ponerse de pie.”

Rubi parecía realmente admirar a Jazmín, sus palabras estaban llenas de elogios: “Realmente eres admirable, Srta. Jazmín. Pero tengo curiosidad, ¿quiénes fueron tus maestros?”

Antes de que Jazmín pudiera responderle, Héctor lo hizo por ella: “El maestro de Jaz es el legendario Dr. Romero, ella es su discípula más cercana.”

Jazmín le lanzó una mirada a Héctor…

Pero era mejor dejarlo así, pensó, sin ganas de corregirlo.

Si creían que Romero era su maestro, entonces que así fuera,

Eso también estaba bien, de todos modos, ella prefería mantener un perfil bajo.

“¿El legendario Dr. Romero?” Rubi se quedó sorprendida, también había oído hablar de este médico milagroso.

Decían que era un ermitaño con habilidades médicas excepcionales, con una medicina extraordinaria. Cuando su hermano sufrió un accidente y se rompió la pierna, buscaron por todo el mundo a este Dr. Romero después de que todos los demás médicos fallaran, pero el Dr. Romero era demasiado escurridizo. A pesar de que su familia utilizó todos sus recursos y buscó durante medio año, no lograron encontrarlo.

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