Capítulo 80
Capítulo 80
Su sonrisa era como las suaves brisas de marzo acariciando los pétalos de durazno, similar ol encuentro del hielo con el ardiente sol del mediodía.
Al observar el perfil de Gabriela, Sofia sintió una tranquilidad inexplicable.
Al oir eso, una expresión de incredulidad cruzó por los ojos de la mujer de cabello rizado.
Los jóvenes de hoy en día, hablaban como si estuvieran soñando, alardeando sin siquiera pensar.
¿En serio pensaban que podían hacer que este negocio prosperara?
¡Era un cuento de hadas!
“Jovencita, no te ofendas por lo que te voy a decir, pero con esta ubicación, será muy difícil hacer que el negocio funcione. Te aconsejo que, mientras
Un no has abierto, mejor transfieras el local a alguien
más. De lo contrario, los dias de pérdidas y lágrimas están por venir.”
Gabriela sonrio ligeramente, “Gracias por la advertencia, señora. Sé que lo dice de buen corazón, pero también tengo confianza en que puedo hacer que este negocio funcione”
Ya que la mujer no apreciaba su buen consejo, no había razón para seguir insistiendo. Después de todo, no era ella quien sufriría esas pérdidas, “Eres joven y por eso no me entiendes. De cualquier manera, ya te dejé mi consejo aquí, cree lo que quieras. Estoy ocupada y no tengo tiempo para seguir hablando.”
Después de que la mujer de cabello rizado se fue, Sofía expresó su preocupación, “Gabi, ¿estás segura de que todo saldrá bien?”
Sergio la abrazó por los hombros, “Hermana, tenemos que confiar en Gabi. Nuestra Gabi es muy talentosa. Sabe invertir en la bolsa, manejar finanzas, así que llevar un pequeño restaurante será pan comido. No te preocupes sin razón,”
Sergio confiaba plenamente en Gabriela.
Si ella dijera que la Tierra era cuadrada, él también lo creeria.
Gabriela sonrió y dijo: “Tio tiene razón, mamá, confie en mi esta vez. ¡Podré hacer que el negocio prospere! Además, ya tenemos todo listo. ¿Vamos a darnos por vencidos ahora?”
Sofía sonrió y decidió no pensar demasiado, “Está bien, confiaré en ti.”
Todo era difícil al principio, pero con el esfuerzo conjunto de la familia, seguro que podrían llevar una vida mejor cada día.
La familia Zesati.
Un sirviente llevó el medicamento preparado a la abuela Zesati.
El medicamento era amargo.
Incluso más amargo que las medicinas tradicionales que la abuela Zesati había tomado anteriormente. Apenas probó un sorbo, no púdo evitar escupirlo.
“Madre, ¿qué está pasando?” Eva se sobresaltó. Text © 2024 NôvelDrama.Org.
La abuela Zesati frunció el ceño, “¡Esta medicina es muy amarga!“.
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Eva sugirió, “Madre, ¿por qué no volvemos a llamar al Dr. Lozano? Si esta medicina es demasiado amarga, lo mejor será que no se la tome.”
“Las buenas medicinas son amargas, ve a traerme algo dulce,” continuó la abuela Zesati.
Eva aún estaba preocupada, “Madre, ¿en realidad crees que no necesitamos llamar al Dr. Lozano?”
“No es necesaric,” la abuela Zesati movió la mano en señal de negación.
Eva suspiró y trajo algo dulce para su madre.
La anciana, con el dulce en la boca, logró terminar la taza de amarga medicina.
Eva continuó, “Madre, si se siente mal en cualquier momento, debe decirnoslo de inmediato. No. aguante.”
La salud de la abuela Zesati siempre había dependido de los medicamentos para controlar su afección. Eva estaba realmente preocupada ahora que habían dejado de tomar las medicinas del Dr. Lozano.
“Entendido,” la abuela Zesati asintió con la cabeza, “Voy a descansar arriba. Tú también deberías dormir pronto.”
“De acuerdo.”
Eva solía levantarse tarde. Normalmente, cuando se levantaba, la abuela Zesati ya estaba despierta.
Pero esa mañana, no había rastro de la abuela Zesati.
Eva frunció el ceño levemente y se dirigió al sirviente, “¿Dónde está la abuela?”
El sirviente contestó, “Parece que aún no se ha levantado.”
“¿Aún no se ha levantado?” Eva miró el reloj. Ya eran más de las nueve de la mañana, algo no parecía estar bien.
Recordó la medicina que la abuela había tomado la noche anterior.
Una sensación de alarma se apoderó de Eva.
¿Podría ser que… ella tuviera un percance?