El amor del Ceo mexicanoES

Chapter 138



Chapter 138

La partida de Silvia Silvia tenía sus nueve maletas listas, afortunadamente no había desempacado todo lo que traía de Estados Unidos o le hubiera tomado horas empacar de nuevo, cuándo pasó a la habitación del bebé Alejandrito esté se encontraba dormido, el niño vestía un enterito verde, su rubia piel resaltaba en él, la mujer dio un beso en la frente a su hijo, perdóname Alejandro yo no sirvo para ser tu madre, tengo mucho por vivir todavía, pero aquí con tu padre estoy segura que no te faltará nada, adiós pequeño! Así Silvia se despidió de su hijo para siempre, tal vez algún día se volverían a encontrar pero por lo pronto no estarían juntos por muchos años, los sirvientes ayudaron a bajar el equipaje por órden del Ceo Mendoza, aunque no decían nada al respecto, si se quedaban pensando en cómo es que la madre del hijo del CEO se iba y por los clósets completamente vacíos parecía ser para no regresar

Rodrigo vio entrar a la rubia y hermosa mujer al despacho de nuevo, se había retocado el maquillaje y traía con ella un costoso abrigo para cubrirse del frío del exterior, Silvia pudo ver a dos hombres vestidos en finos trajes y corbata, su expresión era fría e indiferente, no eran otros que los abogados d Rodrigo

Por favor tome asiento señorita Rodríguez, pidió el abogado amablemente, le acercó varios documentos a la mujer para firmar mientras le explicaba, éstos documentos que usted va a firmar es para cederle la total guardia y custodia de su hijo Alejandro Rodríguez al Ceo Rodrigo Mendoza Asturias, a partir de que firme usted no tendrá derecho alguno del pequeño niño en cuestión

Silvia dudó un poco sobre lo que hacía, entonces Rodrigo rápidamente le acercó el cheque con la cantidad de cien millones de dólares escrita, era una cantidad demasiado tentadora para cualquier persona, Silvia pensaba que otro hijo lo podía tener cuándo quisiera pero tener tanto dinero junto jamás! Rodrigo no mostraba ningún tipo de sentimiento, el solamente la observaba fríamente, Silvia alcanzó a ver un destello de desprecio en sus gélida mirada azul, la misma que una vez brilló al verla cuándo la amaba

La mujer no estaba para nada equivocada, Rodrigo jamás le iba a perdonar que se coludiera con el padre de Camill el viejo amo Gonzalo Rodríguez para arrebatarle diez meses de la vida de su hijo, como olvidar que en todo ese tiempo visitaba la tumba del hijo que creía muerto con mucho dolor en su corazón? All text © NôvelD(r)a'ma.Org.

Entonces está pasando? no nos volveremos a ver en lo que resta de nuestras vidas Rodrigo? nuestra historia pudo ser diferente a la que me estás obligando a escribir ahora, si estás consciente de eso verdad?

Por supuesto que lo estoy Silvia, entre nosotros ya no podía existir ninguna historia, yo no tengo sentimientos por ti que no sea un profundo desprecio por qué me arruinaste el casamiento con la mujer que amo y por supuesto, el haberme visto la cara de imbécil fingiendo junto con el Ceo Rodriguez que mi hijo estaba muerto!

Silvia sintió un frío recorrer su espalda, el hombre que estaba sentado en la silla frente al escritorio, era un hombre que si pudiera la destrozaba, él parecía odiarla, Silvia sentía que su sola presencia era insoportable para Rodrigo Mendoza, tenía que salir de ahí o el la terminaría matando con sus propias manos

Bueno, pues eso es todo Silvia! qué te vaya bien en tu nueva vida, ya puedes retirarte! ordenó el Ceo Mendoza como si la mujer que despedía no fuera y no valiera nada en su vida

Silvia salió de allí directo a un hotel de lujo, apenas amaneciera depositaría el cheque a su cuenta y saldría de México con destino a Europa, allá se instalaría y comenzaría una nueva vida

Cuándo Rodrigo despidió a los abogados y quedó solo en el despacho, dejó escapar un largo suspiro, se levantó de su silla encaminándose a la habitación de su hijo, pudo ver qué dormía pacíficamente ajeno a lo que estaba pasando con su madre, no podía culpar a Silvia del todo ya que él mismo le había propuesto comprarle a su hijo, pero lo había hecho por el bien del niño, protegerlo era su prioridad

Rodrigo acarició una de las regordetas mejillas de Alejandrito, vas a estar bien mi pequeño, confía en papá, yo te voy a proteger del mundo entero si es necesario, el Ceo dejó seguir durmiendo al bebé para salir a arreglar un asunto importante

Mientras tanto en la mansión luna turquesa el Ceo Altamirano le contaba a su bebé tazmanio que venía un hermanito o hermanita en camino, Cristóbal ya tenía a Camill reposando en la habitación, el mismo quitó su traje de ejecutiva hecho a medida para ponerle una pijama cómoda, el Ceo estaba dispuesto a no quitarle los ojos de encima a su mujer


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