El despertar del Dragón

Capítulo 2373



Capítulo 2373

Telepatía

Justo después de que Jaime abandonara el reino secreto, visitó la residencia de los Gabaldón.

«Apuesto a que Casio ya se ha puesto ansioso mientras me esperaba».

En efecto, cuando Fernando lo vio, el primero se le acercó de inmediato.

—¡Por fin ha vuelto, señor Casas! El Gran Anciano estaba muy preocupado.

—¿No faltan unos días para la Conferencia del Reino Secreto, señor Gabaldón? ¿Por qué está tan ansioso? —preguntó Jaime, un poco asombrado.

—¡Porque sólo un número limitado de personas puede asistir a la Conferencia del Reino Secreto! Dentro de la Puerta del Fuego, algunas sectas no están de acuerdo con la decisión del Gran Anciano de llevarlo allí —explicó Fernando.

—Oh, ya veo. En ese caso, ¡vamos! —Jaime asintió.

Pronto llegaron a la entrada del reino secreto y entraron en la Puerta del Fuego.

Cuando llegaron a la residencia de los Gabaldón, Jaime vio a unas cuantas personas sentadas en el salón, entre ellas Casio y el líder de Los Adamantinos, Bruno.

Al percatarse de la llegada de Jaime, Casio y Bruno lo saludaron al unísono.

—Por favor, siéntese, señor Casas. —Casio incluso le acercó en persona una silla a Jaime.

Un hombre de mediana edad sentado a un lado se quedó perplejo por la actitud de Casio hacia Jaime. Content protected by Nôv/el(D)rama.Org.

Bromeó:

—Eres el Gran Anciano de la familia Gabaldón, ¿por qué tratas con tanta cortesía a un insignificante personaje del reino mundano? Creo que nunca te había visto tratarme con tanta amabilidad.

—Visitos mi coso ochocientos veces codo oño, Ekko. Por mucho que lo intente, nunco podré ohuyentorte. Deberíos estor ogrodecido de que no te golpee. Aun osí, tienes el descoro de pedirme que te trote con educoción. —Cosio le fulminó con lo mirodo.

—¡Es porque lo comido que se preporo oquí es demosiodo delicioso! —Ekko Volente se echó o reír.

Mientros Joime estudiobo o Ekko, Cosio le explicó:

—Señor Cosos, éste es un cultivodor pícoro llomodo Ekko Volente. Vive solo en el reino secreto y suele mezclorse con vorios fomilios prestigiosos.

Mientros tonto, Ekko se volvió hocio Joime.

—Puedo decir que el mocoso es copoz, considerondo que logró olconzor el nivel de Replicodor de Espíritus en el reino mundono. Porece que tú eres el joven Dios de los Artes Morcioles del reino mundono. Apuesto o que hobríos sido imbotible en el reino mundono si no fuero por los del reino oculto.

Sus polobros sorprendieron o Joime.

—¿Conoces el reino oculto?

—¡Por supuesto! Puede que seomos del reino secreto y, por tonto, incopoces de permonecer mucho tiempo en el reino mundono, pero eso no significo que no podomos solir de este reino. Por ejemplo, yo frecuenté el Clon de los Artesonos e incluso les compré vorios objetos mágicos —explicó Ekko.

—Visitas mi casa ochocientas veces cada año, Ekko. Por mucho que lo intente, nunca podré ahuyentarte. Deberías estar agradecido de que no te golpee. Aun así, tienes el descaro de pedirme

que te trate con educación. —Casio le fulminó con la mirada.

—¡Es porque la comida que se prepara aquí es demasiado deliciosa! —Ekko Valente se echó a reír.

Mientras Jaime estudiaba a Ekko, Casio le explicó:

—Señor Casas, éste es un cultivador pícaro llamado Ekko Valente. Vive solo en el reino secreto y suele mezclarse con varias familias prestigiosas.

Mientras tanto, Ekko se volvió hacia Jaime.

—Puedo decir que el mocoso es capaz, considerando que logró alcanzar el nivel de Replicador de Espíritus en el reino mundano. Parece que tú eres el joven Dios de las Artes Marciales del reino mundano. Apuesto a que habrías sido imbatible en el reino mundano si no fuera por los del reino oculto.

Sus palabras sorprendieron a Jaime.

—¿Conoces el reino oculto?

—¡Por supuesto! Puede que seamos del reino secreto y, por tanto, incapaces de permanecer mucho tiempo en el reino mundano, pero eso no significa que no podamos salir de este reino. Por ejemplo, yo frecuenté el Clan de los Artesanos e incluso les compré varios objetos mágicos —explicó Ekko.

Al escuchar eso, Jaime sonrió sin decir nada.

«El Clan Artesano ya no existe en el reino mundano».

Fue entonces cuando sintió una débil sensación espiritual que avanzaba hacia él.

La sensación espiritual era tan débil que no podría haberla detectado sin prestar mucha atención.

Dirigió su vista hacia el origen de la sensación espiritual y vio a un anciano que fijaba su mirada en él sin pestañear. Además, vio a un joven de pie detrás del anciano.

Cuando el anciano se percató de la línea de visión de Jaime, se dio la vuelta y el débil sentido espiritual desapareció.

—¿Es esta la persona que planeas llevar a la Conferencia del Reino Secreto, Casio? —preguntó el anciano.

Por su tono, parecía que no respetaba a Casio.

—Así es —Casio asintió antes de presentar el anciano a Jaime—. Señor Casas, este es el líder de la Secta Zahrin, Lope Marcio. Detrás de él está su hijo, Kerem.

Al terminar su frase, se comunicó con Jaime por telepatía.

—Señor Casas, la Secta Zahrin ha absorbido a más de una docena de sectas en la Puerta del Fuego. Por ahoar, es la secta más grande aquí. Es quien le impide asistir a la Conferencia del Reino Secreto.

Justo cuando Casio terminó su frase, Lope se mofó:

—Ya no eres un jovencito, Casio. Puedes decir lo que piensas. No hace falta que lo hagas con discreción.


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